Dicen por ahí que “Cualquier tiempo pasado fue mejor” y justo ayer que estaba viendo la película “Medianoche en París”, hay una parte grandiosa donde el personaje de Owen Wilson (Gil Pender), le comenta a Adriana de Burdeos (Marion Cotillard), que, palabras más palabras menos, nadie nunca va a valorar la época en la que está viviendo y siempre va a estar añorando el pasado, por cierto si no la han visto cóoorranle a conseguirla porque es una peli hermosa y divertidísima. Bueno, pues de lo anterior, se me ocurrió platicarles sobre esta extraña fiebre de remakes cinematográficos que estamos viviendo. Es decir, estas versiones animadas o en formato live-action remasterizados de caricaturas o películas que en su momento fueron un hit para una generación entera. Y es que creemos que “ya se acabó la creatividad y hacer refritos es lo que vende”, pero pensemos… yo creo que hay mucha creatividad en recrear algo y darle un toque distinto, presentarlo de manera diferente y lograr que genere las mismas emociones, no solo en los fans que la vieron por primera vez sino también en los nuevos consumidores. Es algo que requiere, sin duda, de magia, talento y creatividad, ya que se trata de rescatar los elementos más importantes de su versión original y reflejarlos de la forma correcta para hacernos sentir algo especial. En ese caso, si nos damos la oportunidad, esta nueva versión nos podrá hacer sentir algo único, algo que verás por primera vez, aunque ya conozcas la historia original. Es como saborear un helado de doble bola, ¡hoy ando de poetisa!
Lo cierto es que la nostalgia juega un papel importantísimo en todo este rollo, ya que cada que se anuncia un remake, nuestros recuerdos afloran y ahora que se supo del restreno de La Sirenita (Halle Bailey), El Rey León y Mulan ¡ardió Troya, o sea las redes sociales! La gente se queja, hay otros que celebran, unos están confundidos y otros más apenas se van enterando del alboroto por la controversia que ocasiona, que si la actriz, que si es live-action, que si es 3D. Total que nadie se pone de acuerdo y no espero que lo logremos aquí. Lo que sí me gustaría es que se dieran el chance de ver las películas y disfrutarlas, con la obvia referencialidad de sus versiones originales, pero con la idea de que están viendo algo nuevo, algo que no debe pelearse con el recuerdo si no que, más bien, lo hace más amplio. Al final de cuentas es un producto adaptado a las nuevas generaciones y tenemos que entenderlo así, como un producto para el año 2020, con su evolución y toda la cosa.
Yo por ejemplo trato de no aferrarme al pasado, yo soy una Señora hecha y derecha orgullosa de lo que fui y soy y con esa misma idea disfruto todos los productos culturales de mi infancia ya renovados para los más chamacos. ¡Pa´todos hay, no hay razón de amargarse! La nostalgia es algo bien padre y es lo que nos hace sentir ilusión y ese recuerdo que se aviva en el presente. Un sentimiento que definitivamente una película, por más animada en 3D que veas, no te va a poder borrar nunca.
Manténganse atentos de las opiniones que el Señor Interesante y yo estaremos dejando por acá para invitarlos a los próximos estrenos de estos remakes. ¿Dónde más? ¡Pues en Cinemex!