Día de las madres. Porque un solo día no basta

Día de las Madres

No importa lo que digan, todos nos ponemos sentimentales cuando hablamos de nuestra madrecita santa; aunque seas el ser humano más despiadado, se te van a salir las de cocodrilo cuando recuerdes esos bellos momentos que pasaste con tu mamá. Incluso yo, hombre de amplia cultura y abundante conocimiento, me enternezco cuando me tocan este tipo de temas. No es mi intención iluminarlos con el origen de esta celebración (ya habrá otro momento); lo que sí quiero hacer es expresar mi preocupación respecto a esta fecha.

Detrás de todo esto hay algo mal: la mayoría de mis conocidos y de las personas que veo en la calle espera hasta este día para ponerle atención a su madre, para consentirla como se debe o incluso, en casos extremos, para hablarle. Basta de esto. No necesitamos un día especial para hacerle saber a nuestra progenitora que la adoramos y que le agradecemos por todo lo que ha hecho por nosotros. No sé si recuerden, pero todos los aquí presentes fuimos bebés en algún momento de nuestras vidas, así que a todos nos limpiaron la… cuna cuando ocurría algún accidente con nuestros desechos humanos. A todos nos cuidaron cuando nos dio gripe y a todos nos prepararon un rico té de manzanilla para que se aliviara nuestro dolor de pancita. Ni qué decir de todos los problemas en los que metimos a nuestra mamá cuando éramos niños y estábamos de tentones, o todas las veces que le confiamos nuestros más oscuros y penosos secretos de adolescencia porque sabíamos que podíamos confiar en ella.

Día de las Madres

Nuestra madre no se merece sólo un día de celebración porque ser madre implica ser mil y un cosas. Pero, si eso no los convence, tan sólo recuerden que nuestras madres siempre van a estar ahí para nosotros, contra todo y contra todos; no importa que seas la persona más ruin (despreciable, para que no corran al diccionario), tu mamá siempre va a estar a tu lado, hasta las últimas consecuencias.

Por eso consiéntela este 10 de mayo y el resto del tiempo que te queda a su lado. Y, por favor, no le regales licuadoras ni esos electrodomésticos chafas; mejor llévala al cine a ver los mejores estrenos (igual y hasta se anima a ver una peli en 4D), dispárale un helado o llévala a comer algo rico, desde algo saludable hasta algo más “sustancioso” como una hamburguesa. O mejor, llévatela de viaje a algún lugar que a ella le guste, como un pueblito de los tantos que hay en México, y hospédense en un hotel que les brinde todas las comodidades que necesitan para pasarla igual de increíble que cuando jugaban en tu infancia. Ahora, que si lo suyo es quedarse en casa, siempre pueden revisar tiendas en línea y comprarle ese regalo que siempre quiso y que ahora tú le puedes dar (y te llega hasta la puerta).

Día de las Madres

Lo mejor es que siempre puedes confiar en PAYBACK para ahorrar –porque consentirla no significa quedarte pobre- y para pasar los mejores ratos junto a tu queridísima madre. Revisa su app y conoce todas las marcas en las que puedes procurar a tu jefecita y a tu cartera, e incluso activa cupones para ganar más Puntos y comprarle más cosas. Hasta me deberían de pagar por la promoción, ¿apoco no?

Abrazos maternales, pero de hombre,

Señor Interesante